9/1/10

Los otros y yo













A veces adolezco de ciertas ilusiones, como sentirme cerca de los otros. Sin embargo, sé que es mero espejismo lírico. Demasiado inocente pretender formar parte. Humanidad: significante hueco, puro ruido, vacío de significado, sin referente. Borges se encuentra con el otro y resulta ser él mismo. El encuentro con uno mismo, siempre es así, una y otra vez así. Cualquier actividad destinada al conocimiento del otro es en realidad un acto de reflexividad. Míralos, ahí están, en fila, esperando (¿deseando o es otra falacia más?) ser encontrados. Abro un libro y me topo con mis fantasmas, no con los de otro, con los míos. Escribo todos los libros que leo. Míralos, ahí están, mendigando la escritura del otro para poder escribirse a sí mismos. Y mientras, la piel se nos va ajando.

8/1/10

L´amour (parte primera)


















¿Qué es el tiempo? me preguntaste. No podemos comprenderlo, no existe la temporalidad allí donde simultáneamente nacen y mueren los besos y los monstruos. ¿Dónde estamos? inquiriste con una sombra de temblor. Dentro y fuera de todo, pues no hay más espacio que mis manos tomándote el rostro. ¿Qué es ese leve susurro que oigo? ah, eso, te respondí, son nuestras voces que desafían al mundo como jamás podría hacerlo un revolucionario armado. Y nos mezclamos y enredamos y empezamos a construir una historia, a tejernos una estructura de plomo y azahar donde respirar profundo y dejarnos caer. Tú pones la risa y el odio; yo, el llanto y la ternura. Los dos, el hilo que nos ha de hacer volver si la vida, de repente, se nos torna laberinto y empezamos a sentirnos minotauro ansioso.